jueves, 29 de abril de 2010

HISTORIAS EN BORRADOR 2

Yo tuve un ladero,
animoso,bien dispuesto,
pululaba todo el día
por las obras este maistro,
qe´jué Fernando Garcia.

Un día se marcho pa´Trelew
a vivir con su familia
jué en los tiempos de Illia
cuando tomo tal decisión,
de abandonar la región
donde planteó su semilla.

El tiempo jue transcurriendo,
la vida se jue cambiando,
y tambien para Fernando,
quien quiso màs luego golver
màs ya no podía correr
y pa´siempre jue quedando.

Tambien tuve un gran amigo,
qe´con él se podia contar,
aunque le daban en llamar
Tino, el masca fierro,
con un talante de perro
y de poquisimo hablar.

De entrada tenias primero,
qe´merecer su confianza,
para ver sin tardanza
qe´si dentraba en razón,
era todo un corazón
de la más pura bonanza.

Él era mi compañero
de los caminos y huellas,
sin rezongos ni querellas,
siempre listo al desafío,
de encarar con el frío,
las travesías aquellas.

Jue siendo mi copiloto
de gran corazòn aguantar
y tuvo mucho que sudar
hasta viajar sin recelos,
sin tirarse de los pelos
y mi manejo soportar.

Se jue yendo muy temprano,
no alcanzo a disfrutar,
y ni siquiera paladear,
su jubilaciòn bie ganada,
dejo su vida trnchada
y muchisimo por andar.

Tino, con esto yo quiero
hacerte un homenaje,
sepas siempre qe´te traje
muy cerca en el ricuerdo,
aunque fecha ni me acuerdo,
en qe´iniciaste tu viaje.

Yo tenia otro amigazo
de aquellos tiempos tempranos,
mayor qe´yo...veterano,
amigo de hacer gauchadas
en las buenas y en las malas
como autentico paisano.

Est´esun criollo Pampeano
y qé´se llama Domingo,
quizá´le guste el bingo,
de siguro la quiniela
pudiendo hacer escuela
hasta montào en un pingo.

Un dìa de aquellos ventosos,
golviendo del Calafate,
la nafta nos dio un parate,
a la vera del camino,
sin marroco y sin vino,
sin cuarta ni rescate.

Pronto me prendió el juicio,
pa´algo se toma concencia,
ganándose en experiencia,
! Abramos las puertas Lago...¡
esto vale más qe´un trago,
va el viento pa´la querencia.

Y así por obra de Dios
y a marcha muy descansada,
mejor relento qe´nada
la Estanciera dentró a rodar,
varios kilometros andar,
la verdad...jue una pegada.

A Río Bote llegamos
dispue de un largo rato,
donde se come barato
y festejamos con vino
la suerte y el buen tino
qe´da cuenta el relato.

Conocì otro gauchazo
que era flor de tipazo,
hablaba marcando zetas
no usaba nunca las equis
es un paisano buenaso
y todos llamaban Lequis.

De joven jue Guarda Parques
en los lagos y glaciares
entre lengas y pinares,
ginetazo de a caballo
duro y todo un gallo,
protegió esos lugares.

Conoce hestorias muy viejas,
de´stas o de aquellas...!!
alguna qe´otra querella
qe´son de largo contar,
y si te quedas a escuchar,
te cubrirán las estrellas.

Recuerdo otro amigazo
de oficio calderita,
con soldador a la vista
no habia quien le superara,
en la changa qen´carára
era el protagonista.

Comenzó haciendo la Ford
así decidió quedarse,
jue cuestión de afirmarse
practicando el oficio
se hacia cualquier sacrificio
con tal de aquerenciarse.

Recuerdo a Julio Menéndez
el carpintero hispano,
jue cordial y muy humano,
pa´muchos a quien ayudó,
en el ochenta se marcho
y en yunta con su hermano.

Don julio le llamabamos,
jue risueño el asturiano,
lo mejor como artesano,
en cuclillas sobre el piso
sus trazados siempre hizo
y tan solo con su mano.

Y d´esas manos nacieron
ventanas, puertas, placares,
sillas, sillones y bares,
dónde mataron su tedio
clomo único rimedio
pa´olvidar otros lares.

Hubo un Jorge Enrique,
el otro " master Garcia "
hombre qe´mucho sabía,
del asunto e´construcción,
más era todo un campeón
con el anzuelo en la Ría.

Jamas se me tome a mal,
lo qe´des´tas gentes digo
al qe´llamo un amigo
lo quiero con sarna y todo,
atorrante o beodo
muy firme está conmigo.

Lo decia el Eduardo,
hábil y muy gentil pintor,
lo hizo todo con ardor,
no le arriendo la ganancia,
lo venció la circunstancia
y le falló el corazon.

Queridos amigos viejos,
muchos ya se han marchado,
nunca loe he olvidado,
vivirán en la memoria,
pasaran a la hestoria
des´ta tierra qe´han andado.

Mientras estoy aguitando
me se priendan las lamparitas,
desojo las margaritas
e´años qe´van pasando,
y si den medio se queda
un ricuerdo inconcluso,
ne será el des´te ruso
qe´mi memoria no pueda.

Era grande el colorao,
chinchudo y pocas pulgas
de hablar todo golpeáo,
el nombre de pila, José
y plomero registráo.

A Ferjanec me refiero
y qe´arita se nos jue,
a´compañar al tal Jorge,
! Dumuchowski¡...compañero.

Era gente muy versada
pa´l asunto e´cañerias
de aguas calientes y frias,
el tal Jorge rezongaba,
mientras el otro "verseaba"
y por tanto sonreía.

Y en de mientras, "el tuerto"
se insuflaba de gran jefe,
jue un rejunte de herejes,
de parlar entremezcláo,
cada uno por su láo
rebuscaba sus despejes.

De boliche jue´l Mogambo...!
qe´se arrancó primero,
pa´la joda compañero,
dispué,el Danubio Azul,
y no faltó algun Consúl,
qe´llegara de sombrero.

El josé en el estaño
y Chiama de gran actor,
se arrimaron al mostrador
algun de´sos importantes
de apellidos rimbombantes
o hasta el Gobernador.

Visitantes fueron muchos
a relojear el boliche,
qe´sin pareder un chiche
risultaba un buen negocio
de´xplotar el tiempo de ocio
y no andar de cocoliche.

En cierta oportunidá
de visita al Moganbo jue,
quel´Fernando y el josé.
salieron medios curáos,
no digamos bien tomáos,
por lo´qe´ocurrio dispué.

Su jeepito mal tratáo,
el Fernando piloteaba,
con un solo´jo miraba,
entreverso e¨la calle,
y en la primer bocacalle,
al ruso desparramaba.

El piloto ni sen´teró,
qe´a su cumpa´bia perdido,
qe´un brazo le habia rompido,
en su raudo virajear,
y el ruso se jué a parar,
al hospital muy afligido.

La cosa se comentó,
con muy mucho jolgorio,
!menos mal, no jué velorio¡
con yeso quedo curao,
ya tambien juramentáo,
no golver al episodio.

Las anécdotas del tuerto
fueron muchas más qe´muchas,
era una constante lucha,
por la pacencia a tener
y ayudarle a resolver
sus flor de´tuertos primero.

En cierta ocasion venía,
con el jeep raudo por Roca,
quizá abriendo la boca
al "Bigua" le erro la entrada,
dejó la trompa incrustada
y vidrios entre la ropa.

Y en otra cocasión jué
muy enfrente a la Argensud
por Dios!ni qe´decir Jesús¡
el flor de susto qé nos dio,
pues con un sol´ojo no vió,
un camión atravesáo
y len´caro por un láo,
ya en los gritos no confió
y el jeepito terminó,
todito descuadriláo.

El querido Fernando jué,
un personaje risueño,
su vida todo ensueño
de promesas incontadas,
de anécdotas rubricadas,
al estilo de su dueño.

Este era turco, pero...
un grandioso laburante,
jué el mejor dibujante
qen´mi vida yo conocí,
y hasta su fin, el jué así,
tambien lo jué des´tudiante.

Turquito Arrobach Muñoz,
chileno y muy gauchazo,
un tipo más qe´buenazo
y murió como un bonzo
de grande y fatal porrazo.

Tenía qe´demarcarse
un campo de aterrizaje,
y jue su último viaje
en una tarde de octubre,
por hacer una gauchada,
de él quedamos con nada,
y el tiempo...todo lo cubre.

Arrobach dejo su saga,
un vivaracho chiquilin
parecido a condorito,
ligero como charito
y agudo como el violin
y le llamamos Julito.

Julito se hizo adulto,
y fama a respetar,
ya naides podría cambiar
su renombre bien ganado,
el hombre se ha casado
y a su Vanna he de cuidar.

Ya julio es un amigo,
y de aventuras encarar,
gusta mucho del andar,
por senderos montañeses,
los precipicios a veces,
desde lo alto contemplar.

Y juí al lago Carrera,
con Julio de acompañante,
oficiando de navegante,
le dimos una gueltita,
qe´no jué de calesita
pero muy emocionante.

Y lo cruzamos uniendo
Ibañez con Chile Chico,
ya casi muero de hipo
por tremenda zarandeada,
la barca venia ladeada,
y pal´agua... yo me achico.

Carrera y Buenos Aires,
conforman un solo lago,
pa´uno y pa´otro láo,
y qe´viaje tan hermoso
es darle vuelta´l coloso
qe´es siquiera saláo.

El segundo de América
dispué del Titicaca,
yo casi me hago caca
cruzandolo por el medio,
ya no tenía rimedio
ni dándole a la matraca
y con Julio nos llegamos
hasta Aysen y Chacabuco,
por Ibañez retornamos
pa´enfrentarnos con el cuco.

Noche negra y sin estrellas
con un viento de arrasar
no me quisiera encontrar
nuevamente en ese baile,
y mejor me guelvo fraile,
pa´disponerme a rezar.

No se estén creyendo q´esto,
es la ristra e´finaos,
nos son muertos, recordados,
pués en la memoria siguen
y con nosotros conviven
los muy muy afortunáos.

Y tambien, dispué de todo
quien sabe ? qe´s la vida¿
!vaya prigunta loca¡
Quien al priguntar provoca,
respuesta a tal acertijo,
"todo" prigunta...nada dijo.

La vida lento te enseña,
qe´lla es tu única dueña
y vos agatas solo sos,
apenitas un instante,
de su intemporal devenir,
déntre por ella has de ir
de frente hacias´delante
sin amagar un desplante
intentando sobrevivir.

Nuestra vida se nos dió
y por vos ella prosigue,
le dirás al qe´te sigue,
qes´una posta qe´corrés
al derecho y sin revés,
tu hijo será el relevo
y esto no es nada nuevo
la dura vez qe´te marchés.

Personas las hubo qe´son
imposibles de olvidar,
por su correcto caminar
y su grande bohonomía,
recurdo con alegría
al qe´aura he de nombrar.

jué mi socio y colega,
Dinamarques de ascendencia,
y criollo por convergencia,
a Hansen estoy nombrando,
qe´al norte se jué pitando,
sin golver á´ista querencia.

Y jue´n los tiempos heroicos
de muy mucho arremangar
y bien poca cosa cobrar,
se hizo la legislatura
que creímos la hermosura
más jué todo pa´reciclar

De ánimo bien sereno,
era algo distraído
no le gustaba el ruido,
capaz y muy laburador,
hacia las cosas con amor
y con aire distinguido.

De profesion arquitecto
y alma de carpintero
artista como tornero,
de mueblero...un inspirado,
retenaz y esforzado,
es al qe´yo me refiero.

Su patrona la Carlina,
una abogada machasa
¿cómo madre?...!la madraza¡
y su gurí, Enriquito,
lo conozco de chiquito,
ya es un hombre de su casa.

La familia como pocas,
los hansen de Catamarca,
dejaron en la comarca,
un recuerdo muy austero,
el afecto muy sincero
y la amistad como su marca.

Ruego a todos me dispensen
por amigos no nombrados,
no les he olvidado,
se esconden en las memorias,
de otros pagos con hestorias,
todas propias del pasado.

Y den cuando se aparecen
con su viviente nitidez,
sin repara en la vejez
qe´los años produjeron
muchos de´llos ya se fueron
sin retorno, ni un talvez.

Son por eso estas hestorias,
qe´yo anoto en borrador,
pa´rescatar el ardor
de otro tiempos queridos
y registrar sin olvidos
algún ricuerdo más mijor.

MARTIN FIERRO (gonzalez)















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