Yo me rumbíe pa´este sur,
aqui vine y me quede
y quizá también moriré,
yo quisesaber lo q´era
no resultó una quimera
todo lo que si me´ncontré.
Los horizontes son todos,
una inmensa lejanía,
es la eterna letanía
lo monocorde del viento,
y se te corta el aliento,
si escuchás una jauría.
Panorama aterrador
dijera algun porfteño,
ni qe´juera un mal sueño
mejor se quedan en casa
los qe´se van a baraja
cual cuzco buscando dueño.
Lagos...mares interiores,
aguas de total pureza,
son de imponente belleza,
qe´l hombre siéntese absorto
y siempre se queda corto,
al describir su grandeza.
He visto amaneceres
de quedar obnubilado,
azules y colorados
de inimitable belleza,
resultaría una proeza
de quien los haya pintado.
El cielo así risulta,
la yamarada fluctuante,
un reverbero constante,
no pintamos ni vos ni yo,
sólo puede pintarlo Dios,
pa´l placer del caminante.
El son va naciendo lento,
levantando por el este,
se pone allá al oeste
donde, en los picos nevado
quedó algun escarchado
en el paisaje agreste.
Aura intento el relato,
primer guelta´l territorio,
pa´nada hubo jolgorio,
jue´n el cincuent y ocho
toditos recien llegáos,
parecíamos importáos
del tiempo e´l paralelo
y las jetas con recelo
junando pa´todos láos,
la tierra e´"Paradelo".
Con courrier del Menisterio
con Ibarra de volante,
Don Pellon de comendante
y el jayo de consultor,
quien suscribe de constructor
de social, Perez Fernandez.
Comenzamos por la costa
en cada pueblo una posta
qe´la censamos con sudor,
todito, hasta Los Andes.
Y habia mucho qe´chusmiar
reclamos e inquietudes,
ver flaquezas y virtudes,
en los pueblos alejáos
o casi ignoráos,
poco menos qe´archiváos,
y esa era la cuestión.
Nuestra presencia cayó
como cosa muy extraña,
¿ Quien se atreve en la maraña
e´la politica acceder ?
y mucho menos entender
las tendencias e´la gente,
aunque de cuerpo presente
un puñáo e´funcionarios
preguntando al vecindario,
de hartas cosas pendientes.
Y en algún pueblo se olió
un amago de trifulca,
qe´no jue de nuestra culpa,
y anduvimos con esmero,
cuerpiando al entrevero,
aunque no siempre risulta.
Pero lo cierto también es,
qe´hicimos grandes amigos
sin merecer enemigos
y nacieron amistades,
francas y sin veleidades
qe´a la fecha aún perduran,
y en verdad si hoy me apuran
no se sacar la cuenta,
ni en cual ristra se figuran.
Y en Los Antiguos resultó
qe´al Tuto Alsua conocí
y ahi nomás advertí
qe´ra persona inefable,
Su patrona doña Blanca
! compañera inseparable ¡
la Patri ya´bia nacido
y por hoy es bien sabido,
qe´al vasco lo rodean,
y´dencuando lo manguéan
cuatro nietos adorables.
Jue´n esa mesma ocasión
todos montáos en un camion,
el Heinemeni vadeamos
y en Chile Chico abordamos,
la querencia e´unos parientes,
sin anuncio y redepente
e´nuestro ñor comendante
qe´alegre y muy pimpante
se abrazaba con su gente.
El Menistro en persona,
e´un gobierno flamante,
qe´con empuje importante
intentaba restablecer,
por Argentina extraer
como juera nel´pasáo,
el plomo hasta Deseáo
qen´el puerto embarcaba
y la uropa sen´viaba
y en chile se habia compráo.
Entonces al caír la tarde
de dos dias ! formidables¡,
a los Antiguos rumbiamos,
el Buenos Aires surcamos
por sus aguas cristalinas
viendo muy claro en su fondo
percas,truchas o sardinas,
aunque ninguna corvina
qe´no las hay, ni en lo hondo.
En Los Antiguos de guelta,
esperaba una sorpresa,
pa´ver pequeña presa
an´del vasco Larrañaga
y usinita qe´brindaba
una flor de iluminación
a las casas y al galpón
d´este establecimiento
joya en aquel momento
qe´a Santa Cruz adornaba.
Entonces al día siguiente
Pal´flanco sur le apuntamos
por la cuarenta encarámos,
pa´yegar a toda costa
hasta la proxima posta
y a Posadas nos yegamos.
Son muy duros los caminos
por ese largo trajinar,
y naides debe aflojar
en una huella vacía,
es mejor con cmpañía
por lo qe´pudiera pasar.
Cuando encaras el desierto
se te acongoja el alma,
tomátelo con calma,
no tes´pante la soledá,
pués la única verdá,
es tenerle gran respeto,
armate de un buen chumbo
porque cruzarlo es un reto.
No es para tanto la cosa,
de a se´ntra en confianza,
una vez qe´te aquerencias
y la mano ya le tomás,
todo parece bonanza.
No es cosa e´descuidarse,
pasaras por un marmota
si dentrás a meter pata,
y serás afortunado,
si la sacas barata.
Pegarse un flor de pampaso
risulta cosa muy fiera,
mucho más, pior cuando eran
sólo huellas los caminos,
y ricuerdo cuando juimos,
cierta vez a la frontera.
Hablando e´la frontera
disculpando la disgresion,
volviéndome a la cuestión.
De Posadas a Roballos,
de la courrier a caballo,
por el Ghio nos volvimos
y en Caracoles dormimos
cumpliendo la larga gestión,
y sin ninguna diversion
en menos qe´canta un gallo.
De la escuela de Posadas,
Acevedo jue´l director,
la disposición y el valor
era cosa necesaria,
pa´qen´casa tan precaria
sen´señara con grande amor.
No me debo olvidar,
de los hermanos Pedroso,
qen´sitio tan hermoso
muy temprano se afincáron
y la tierra bien labráron
aún con suelo pedregoso.
Y allá, lejos, en Roballos,
una maistra jovencita,
izaba la banderita,
era asunto de concencia
cumplir con la deligencia
y no una cuestión de guita.
Recordando a la maestrita
era ella entrerriana,
se vino de allá con ganas
de´jercer bien la docencia
pa´dquirir buena experiencia
y no promesas vanas.
A los años la encontramos
de señora bien casada,
por su esposo muy amada,
esa pareja se instaló
y pa´siempre se quedó
en Kaike aquerenciada.
En ese pago vos tenís
a la Argentina en el Este
y a Chile por el Oeste,
risulta un paso obligáo,
hay otros por otros láos
y menos trasmano qes´te.
Y por esa mesma huella,
al río Baker siguiendo,
podes venirte uniendo,
el Pacifico,de Yungay
hasta el Atlántico caray,
por las rutas transversales
más o menos son iguales,
mesetas y cañadones,
poco trafico e´camiónes
en los tiempos invernales.
Como les iba diciendo,
des´del Bajo Caracoles
encaramos pa´Gregores
a charlar al Intendente,
su nombre no mes´patente,
en lo de Arbilla alojamos
y amaneciendo arrancamos,
esta vez al sud oeste,
piso duro y campo agreste
jué muy largo lo qe´andamos.
Por Mata Amarilla vamos
rebuscando a Tres Lagos,
muy lejanos estos pagos
desde la huella principal,
la realidá qe´no da igual
si la referencia falta,
cruzarse la pamp´alta
apuntando a Calafate
!todo el díaa puro mate¡
hasta el hambre te asalta.
Es panorama grandioso
arribando a Calafate,
?pa´conocerlo¿ !arrimate¡
el Argentino imponente
recostáo en occidente,
y el cordon cordillerano
con el Chalten, muy lejano
entre los picos nevados,
qe´parecen nacarados
pintáos por Dios con su mano.
Des´te pago hermoso
yo tengo hartas vivencias,
pero es tema e´concencia
el nombrar las viejas cosas,
en sus calles pedregosas,
lo del turco, Don Amado,
el almacen de Don Tonko
y el hotel de los Pantin,
son ya cosas del pasáo.
La nostalgia me desvia
del camino por las ramas,
por algo ya peino canas
y golviendo al viaje
junando el nuevo paisaje,
pa´Bandera nos largamos,
con Don Vidal cxonversamos
del viejo aserradero,
juntito al varadero
del "Pancho" qe´abordamos.
Y el bote Pancho nos llevó
a la orilla den´frente.
Suerte...!juimos poca gente¡
porque a la vuelta se largó
y por poco nos naufragó,
un vientazo inclemente.
Ay,ay,ay! mamita mía,
qe´baile tan imprudente,
ni alardeamos de valientes,
el Pancho todo escoraba,
y su casco se clavaba
en las olas por su frente.
Ese Pancho tan pequeño,
a la semana se hundió,
muchas veces lo pienso yo,
ese jué el cruce postrero,
pa´dormir garró el aujero
maj hondo del Argentino,
se jué nomas como vino,
la nota secó el garguero.
Comenzamos esta guelta
apuntando hacia el norte,
previendo como su corte
mesmo punto de salida
y dispué des´ta corrida
terminamos hacia el Este
y con un tierral de peste,
a Gallegos arribando
y nosotros comentando,
! Santa Cruz.....!campo agreste¡
Des´te viaje resultaron
muchos planes posteriores,
unos chicos y mayores,
pero en mi mesa nacieron
y dispé se construyeron,
escuielas y hospitales,
otras obras oficiales,
qes´bien numeroso contar,
y con detalle enumerar
habiendo varias iguales.
Aqui se acaba este relato,
me llevó más de la cuenta,
se larga, dispué comenta
detalles qe´van surgiendo,
te lo pasas escribiendo
ni qe´juera pa´la venta.
MARTIN FIERRO (gonzalez)
aqui vine y me quede
y quizá también moriré,
yo quisesaber lo q´era
no resultó una quimera
todo lo que si me´ncontré.
Los horizontes son todos,
una inmensa lejanía,
es la eterna letanía
lo monocorde del viento,
y se te corta el aliento,
si escuchás una jauría.
Panorama aterrador
dijera algun porfteño,
ni qe´juera un mal sueño
mejor se quedan en casa
los qe´se van a baraja
cual cuzco buscando dueño.
Lagos...mares interiores,
aguas de total pureza,
son de imponente belleza,
qe´l hombre siéntese absorto
y siempre se queda corto,
al describir su grandeza.
He visto amaneceres
de quedar obnubilado,
azules y colorados
de inimitable belleza,
resultaría una proeza
de quien los haya pintado.
El cielo así risulta,
la yamarada fluctuante,
un reverbero constante,
no pintamos ni vos ni yo,
sólo puede pintarlo Dios,
pa´l placer del caminante.
El son va naciendo lento,
levantando por el este,
se pone allá al oeste
donde, en los picos nevado
quedó algun escarchado
en el paisaje agreste.
Aura intento el relato,
primer guelta´l territorio,
pa´nada hubo jolgorio,
jue´n el cincuent y ocho
toditos recien llegáos,
parecíamos importáos
del tiempo e´l paralelo
y las jetas con recelo
junando pa´todos láos,
la tierra e´"Paradelo".
Con courrier del Menisterio
con Ibarra de volante,
Don Pellon de comendante
y el jayo de consultor,
quien suscribe de constructor
de social, Perez Fernandez.
Comenzamos por la costa
en cada pueblo una posta
qe´la censamos con sudor,
todito, hasta Los Andes.
Y habia mucho qe´chusmiar
reclamos e inquietudes,
ver flaquezas y virtudes,
en los pueblos alejáos
o casi ignoráos,
poco menos qe´archiváos,
y esa era la cuestión.
Nuestra presencia cayó
como cosa muy extraña,
¿ Quien se atreve en la maraña
e´la politica acceder ?
y mucho menos entender
las tendencias e´la gente,
aunque de cuerpo presente
un puñáo e´funcionarios
preguntando al vecindario,
de hartas cosas pendientes.
Y en algún pueblo se olió
un amago de trifulca,
qe´no jue de nuestra culpa,
y anduvimos con esmero,
cuerpiando al entrevero,
aunque no siempre risulta.
Pero lo cierto también es,
qe´hicimos grandes amigos
sin merecer enemigos
y nacieron amistades,
francas y sin veleidades
qe´a la fecha aún perduran,
y en verdad si hoy me apuran
no se sacar la cuenta,
ni en cual ristra se figuran.
Y en Los Antiguos resultó
qe´al Tuto Alsua conocí
y ahi nomás advertí
qe´ra persona inefable,
Su patrona doña Blanca
! compañera inseparable ¡
la Patri ya´bia nacido
y por hoy es bien sabido,
qe´al vasco lo rodean,
y´dencuando lo manguéan
cuatro nietos adorables.
Jue´n esa mesma ocasión
todos montáos en un camion,
el Heinemeni vadeamos
y en Chile Chico abordamos,
la querencia e´unos parientes,
sin anuncio y redepente
e´nuestro ñor comendante
qe´alegre y muy pimpante
se abrazaba con su gente.
El Menistro en persona,
e´un gobierno flamante,
qe´con empuje importante
intentaba restablecer,
por Argentina extraer
como juera nel´pasáo,
el plomo hasta Deseáo
qen´el puerto embarcaba
y la uropa sen´viaba
y en chile se habia compráo.
Entonces al caír la tarde
de dos dias ! formidables¡,
a los Antiguos rumbiamos,
el Buenos Aires surcamos
por sus aguas cristalinas
viendo muy claro en su fondo
percas,truchas o sardinas,
aunque ninguna corvina
qe´no las hay, ni en lo hondo.
En Los Antiguos de guelta,
esperaba una sorpresa,
pa´ver pequeña presa
an´del vasco Larrañaga
y usinita qe´brindaba
una flor de iluminación
a las casas y al galpón
d´este establecimiento
joya en aquel momento
qe´a Santa Cruz adornaba.
Entonces al día siguiente
Pal´flanco sur le apuntamos
por la cuarenta encarámos,
pa´yegar a toda costa
hasta la proxima posta
y a Posadas nos yegamos.
Son muy duros los caminos
por ese largo trajinar,
y naides debe aflojar
en una huella vacía,
es mejor con cmpañía
por lo qe´pudiera pasar.
Cuando encaras el desierto
se te acongoja el alma,
tomátelo con calma,
no tes´pante la soledá,
pués la única verdá,
es tenerle gran respeto,
armate de un buen chumbo
porque cruzarlo es un reto.
No es para tanto la cosa,
de a se´ntra en confianza,
una vez qe´te aquerencias
y la mano ya le tomás,
todo parece bonanza.
No es cosa e´descuidarse,
pasaras por un marmota
si dentrás a meter pata,
y serás afortunado,
si la sacas barata.
Pegarse un flor de pampaso
risulta cosa muy fiera,
mucho más, pior cuando eran
sólo huellas los caminos,
y ricuerdo cuando juimos,
cierta vez a la frontera.
Hablando e´la frontera
disculpando la disgresion,
volviéndome a la cuestión.
De Posadas a Roballos,
de la courrier a caballo,
por el Ghio nos volvimos
y en Caracoles dormimos
cumpliendo la larga gestión,
y sin ninguna diversion
en menos qe´canta un gallo.
De la escuela de Posadas,
Acevedo jue´l director,
la disposición y el valor
era cosa necesaria,
pa´qen´casa tan precaria
sen´señara con grande amor.
No me debo olvidar,
de los hermanos Pedroso,
qen´sitio tan hermoso
muy temprano se afincáron
y la tierra bien labráron
aún con suelo pedregoso.
Y allá, lejos, en Roballos,
una maistra jovencita,
izaba la banderita,
era asunto de concencia
cumplir con la deligencia
y no una cuestión de guita.
Recordando a la maestrita
era ella entrerriana,
se vino de allá con ganas
de´jercer bien la docencia
pa´dquirir buena experiencia
y no promesas vanas.
A los años la encontramos
de señora bien casada,
por su esposo muy amada,
esa pareja se instaló
y pa´siempre se quedó
en Kaike aquerenciada.
En ese pago vos tenís
a la Argentina en el Este
y a Chile por el Oeste,
risulta un paso obligáo,
hay otros por otros láos
y menos trasmano qes´te.
Y por esa mesma huella,
al río Baker siguiendo,
podes venirte uniendo,
el Pacifico,de Yungay
hasta el Atlántico caray,
por las rutas transversales
más o menos son iguales,
mesetas y cañadones,
poco trafico e´camiónes
en los tiempos invernales.
Como les iba diciendo,
des´del Bajo Caracoles
encaramos pa´Gregores
a charlar al Intendente,
su nombre no mes´patente,
en lo de Arbilla alojamos
y amaneciendo arrancamos,
esta vez al sud oeste,
piso duro y campo agreste
jué muy largo lo qe´andamos.
Por Mata Amarilla vamos
rebuscando a Tres Lagos,
muy lejanos estos pagos
desde la huella principal,
la realidá qe´no da igual
si la referencia falta,
cruzarse la pamp´alta
apuntando a Calafate
!todo el díaa puro mate¡
hasta el hambre te asalta.
Es panorama grandioso
arribando a Calafate,
?pa´conocerlo¿ !arrimate¡
el Argentino imponente
recostáo en occidente,
y el cordon cordillerano
con el Chalten, muy lejano
entre los picos nevados,
qe´parecen nacarados
pintáos por Dios con su mano.
Des´te pago hermoso
yo tengo hartas vivencias,
pero es tema e´concencia
el nombrar las viejas cosas,
en sus calles pedregosas,
lo del turco, Don Amado,
el almacen de Don Tonko
y el hotel de los Pantin,
son ya cosas del pasáo.
La nostalgia me desvia
del camino por las ramas,
por algo ya peino canas
y golviendo al viaje
junando el nuevo paisaje,
pa´Bandera nos largamos,
con Don Vidal cxonversamos
del viejo aserradero,
juntito al varadero
del "Pancho" qe´abordamos.
Y el bote Pancho nos llevó
a la orilla den´frente.
Suerte...!juimos poca gente¡
porque a la vuelta se largó
y por poco nos naufragó,
un vientazo inclemente.
Ay,ay,ay! mamita mía,
qe´baile tan imprudente,
ni alardeamos de valientes,
el Pancho todo escoraba,
y su casco se clavaba
en las olas por su frente.
Ese Pancho tan pequeño,
a la semana se hundió,
muchas veces lo pienso yo,
ese jué el cruce postrero,
pa´dormir garró el aujero
maj hondo del Argentino,
se jué nomas como vino,
la nota secó el garguero.
Comenzamos esta guelta
apuntando hacia el norte,
previendo como su corte
mesmo punto de salida
y dispué des´ta corrida
terminamos hacia el Este
y con un tierral de peste,
a Gallegos arribando
y nosotros comentando,
! Santa Cruz.....!campo agreste¡
Des´te viaje resultaron
muchos planes posteriores,
unos chicos y mayores,
pero en mi mesa nacieron
y dispé se construyeron,
escuielas y hospitales,
otras obras oficiales,
qes´bien numeroso contar,
y con detalle enumerar
habiendo varias iguales.
Aqui se acaba este relato,
me llevó más de la cuenta,
se larga, dispué comenta
detalles qe´van surgiendo,
te lo pasas escribiendo
ni qe´juera pa´la venta.
MARTIN FIERRO (gonzalez)
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